Las revisiones periódicas de la vista con el oftalmólogo son fundamentales para mantener una buena salud ocular y son la mejor forma de prevenir y detectar a posibles problemas de visión y poder tratarlos a tiempo. Pero, ¿cuándo debo comenzar a revisar mi vista de forma periódica? ¿Y la de mis hijos?
Dependiendo de la edad de la persona y sus circunstancias, por ejemplo si presenta determinadas enfermedades como la diabetes, es aconsejable una mayor o menor frecuencia en las visitas a la consulta del oftalmólogo. Os dejamos unas pautas generales de la periodicidad recomendable para examinarse la vista siempre que anteriormente no haya aparecido un problema de visión o molestia en los ojos.
Revisiones oftalmológicas en niños y adolescentes
Un buena salud ocular es fundamental para el correcto desarrollo de los niños. Una alteración en la visión puede afectar a su desarrollo motor y al proceso de aprendizaje, generando dificultades escolares y afectar al rendimiento académico.
Los problemas visuales no detectados durante la infancia puede acarrear deficiencias visuales cuando son adultos, por lo que es imprescindible que los niños acudan al oftalmólogo regularmente para poder detectarlos y prevenirlos a tiempo.
Uno de los principales problemas de visión que pueden afectar a los niños son la ambliopía u ojo vago. Para que esta alteración se pueda tratar con éxito debe realizarse antes de los 9-10 años de edad. A partir de esa edad los tratamientos no son efectivos y el ojo vago queda para siempre. Por ello es importante que las ambliopías sean detectadas y tratadas en la primera infancia (entre los 3-5 años de edad). Otros problemas oculares frecuentes en los niños y adolescentes son los defectos refractivos como la miopía, hipermetropía o astigmatismo, que también es importante que sean detectados y corregidos a tiempo.
La primera revisión oftalmológica completa en los niños no tiene una fecha exacta, pero conviene que tengamos en mente que no debe pasar de los tres años de edad. Antes de esa edad generalmente no es necesario acudir al oftalmólogo salvo que ocurra algo en la visión del niño que alerte a los padres o al pediatra.
El inicio del curso escolar, buen momento para revisar la vista en los niños y adolescentes
A partir de los tres años de edad fijar el inicio del curso escolar para revisar la vista es una buena forma de garantizar que nuestros hijos comiencen el cole sin ningún problema de visión que pueda afectar a su aprendizaje.
De los 3 a los 10 años, se recomienda una revisión de la vista anual, y de los 10 a los 16 años, cada dos años.
Revisiones de la vista en adultos
De los 18 a los 40 la visión suele ser estable y lo recomendable es revisarse la vista cada 2 años.
A partir de los 40 años comienzan de nuevo las revisiones anuales. A partir de esta edad son frecuentes problemas visuales como la vista cansada o presbicia. Además, también es importante controlar la presión ocular ya que a partir de los cuarenta también es más frecuente la hipertensión ocular, problema que si no es controlado a tiempo puede desencadenar una enfermedad más grave como es el glaucoma.
A partir de los 60 es más frecuenten la aparición de patologías oculares asociadas al envejecimiento como las cataratas y las lesiones maculares. Por tanto, a partir de esta edad es importante concienciarse de la necesidad de acudir al oftalmólogo de forma rutinaria y periódica para detectar posibles alteraciones antes de que sea demasiado tarde.
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