El desprendimiento de retina es un término que seguro hemos escuchado en más de una ocasión y es, por desgracia, una dolencia de la que no estamos exentos ninguno.
La dilatada experiencia en este campo que llevamos a nuestras espaldas en Oftalmocor nos faculta para afirmar que puede afectar a hombres y mujeres por igual y que tampoco se ciñe a una edad determinada aunque si es cierto que suele ser más habitual a partir de los 45 años aproximadamente.
Es por ello que conocer sus síntomas para estar alerta y reaccionar de forma ágil y efectiva ayudará a que la actuación sobre el caso sea lo más efectiva posible, procurando con ello reducir al máximo el posible daño que pudiera ocasionar en la visión del paciente.
Identificar cuándo nos estamos enfrentando a un desprendimiento de retina.
La retina se define como la capa transparente que envuelve la zona posterior de nuestros ojos y tiene la importante función de captar las imágenes y la luz para enviarlas a nuestro cerebro materializándose así la visión.
Hablamos de desprendimiento de retina cuando se filtran los líquidos habituales en nuestros ojos a través de fisuras o perforaciones en esa capa transparente produciendo que la retina acabe separándose de los tejidos a los que debe estar adherida, es decir, se separa la capa externa (epitelio pigmentario) de la capa interna (neurosensorial).
Los síntomas que nos indican que podemos estar sufriendo un desprendimiento de retina serían:
- Visión que se vuelve borrosa.
- Aparición de manchas negras conocidas como «moscas volantes». Si ya teníamos algunas, estas se triplican de forma repentina y se intensifican.
- Destellos luminosos intensos.
- Zonas de nuestro campo visual que desaparecen y se pierden tras lo que se define como «cortina negra».
Destacar que el desprendimiento de retina no implica dolor ni molestias físicas, sólo deficiencias visuales como las anteriormente descritas por lo que hay que estar muy atentos a las mismas para acudir al especialista y someternos a la pertinente exploración ocular.
Las posibilidades de recuperación ante esta dolencia pasan por diferentes escenarios:
- Si acudimos tras los primeros síntomas y el médico determina que el desprendimiento no ha sido del todo efectivo, las posibilidades de recuperación son mayores sin necesidad incluso de recurrir a la cirugía utilizando otras técnicas en consulta.
- En caso de requerir cirugía existen varias opciones:
- Cirugía escleral o extraescleral: la más sencilla y de resultados más exitosos para casos de desprendimientos incipientes o poco complicados. Se centra sólo en taponar las fisuras de la retina.
- Retinopexia neumática: De tipo ambulatorio con anestesia tópica, persigue adherir la retina utilizando una burbuja de gas expansible y sellar 24 horas después con láser la rotura o filtración.
- Vitrectomía: esta técnica es más sofisticada, con un material muy específico y precisando anestesia local y realización en quirófano. Como su nombre indica busca recolocar la retina anulando la tracción que se ha producido del vítreo.
No dude en acudir a nuestros especialistas de Oftalmocor para revisar su visión con objeto de prevenir un posible desprendimiento de retina, o ante cualquier síntoma que pudiera alertar de ello para actuar de forma ágil y efectiva.
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