¿Has cumplido los 40 o estas cerca de hacerlo? Si es así puede que empieces a notar cambios en tu visión ¡No te alarmes! No eres el único. El paso de los años también afecta a nuestros ojos y es frecuente que entre los 40 y los 50 años experimentemos cambios en la visión. Uno de los problemas visuales más frecuentes asociados directamente a la edad es la presbicia o vista cansada.
¿Qué es la vista cansada?
La vista cansada consiste en la pérdida progresiva de la capacidad de enfoque en distancias cortas. Se estima que este problema de visión afecta alrededor del 90% de las personas mayores de 45 años. La presbicia es debida a la pérdida de elasticidad del cristalino, lo que dificulta el enfoque de los objetos cercanos.
Al tratarse de un proceso natural asociado al envejecimiento es prácticamente imposible escapar de la vista cansada. Así que aunque nunca hayamos tenido un problema de visión, la mayoría de nosotros vamos a padecer de presbicia conforme nos hacemos mayores. Generalmente, los síntomas de la vista cansada suelen aparecer a partir de los 40 años y pueden continuar empeorando hasta que se estabiliza, alrededor de los 65 años.
¿Cuáles son los síntomas de la presbicia?
La presbicia se manifiesta de forma gradual. Por lo general los primeros síntomas de este defecto visual aparecen entre los 40 y 45 años y son fáciles de reconocer.
• Cuando para enfocar de cerca, sobre todo al leer, necesitamos alargar los brazos para alejar los objetos de los ojos: al leer un libro o periódico; los mensajes de la pantalla del móvil; la carta de un restaurante, etc.
• Cuando al leer nos da la sensación de que necesitamos más luz aunque las condiciones de iluminación sean adecuadas.
• Tener la sensación de que cuando intentamos leer las letras se amontonan.
• Dificultad para leer letras pequeñas o incluso para apreciar pequeños detalles de determinados objetos cercanos.
• Fatiga visual, sobre todo al final del día o al realizar alguna actividad que requiera enfocar de cerca durante un tiempo prolongado.
• Dolores de cabeza recurrentes.
Si notas alguno de estos síntomas es el momento de acudir al oftalmólogo y realizar un examen visual. La presbicia puede diagnosticarse y corregirse fácilmente mediante el uso de gafas o lentes de contacto para la presbicia o incluso considerar la posibilidad de corregir la vista cansada mediante cirugía.
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