La cirugía refractiva mediante distintas técnicas de láser es ampliamente utilizada para corregir defectos de refracción como la miopía, astigmatismo o hipermetropía. Sin embargo, la cirugía láser no está recomendada en todos los casos. Por ejemplo, no está indicada en personas que presentan una graduación muy alta o en los casos en los que la córnea es demasiado fina, muy plana o presenta irregularidades sobre su superficie.
Además de la cirugía refractiva láser existen otras alternativas para corregir defectos de visión y poder prescindir de gafas y lentillas. La cirugía refractiva con lentes intraoculares es una opción que se utiliza cada vez con mayor frecuencia para tratar problemas visuales como los defectos refractivos (miopía, hipermetropía o astigmatismo), la vista cansada o presbicia y las cataratas.
¿Cómo funcionan las lentes intraoculares?
La cirugía refractiva con lentes intraoculares consiste en la implantación de dos tipos de lentes:
- Lentes intraoculares fáquicas: se utilizan para corregir defectos visuales como la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Este tipo de lente se implanta entre la córnea y el cristalino sin necesidad de extraer el mismo. Suelen estar indicadas en personas jóvenes (menores de 40-45 años). Una de sus principales ventajas es que se trata de un procedimiento reversible.
- Lentes intraoculares pseudofáquicas. En este tipo de lentes se utilizan para reemplazar el cristalino, ya sea porque ha perdido su función de acomodar o porque se ha opacificado (catarata). Se utilizan en personas mayores de 40-45 años para corregir las cataratas y la presbicia.
¿Cuándo se realiza?
En el caso de la cirugía refractiva con lentes intraoculares fáquicas se suele indicar en personas que presentan un grado de hipermetropía, astigmatismo o miopía altos o cuando no está indicado la aplicación de cirugía refractiva láser.
En general, las lentes intraoculares pseudofáquicas son las que se utilizan en la operación de cataratas. También se pueden utilizar en personas que presentan presbicia u otros defectos refractivos, normalmente a partir de los 45 años.
En cualquiera de los casos, si estás valorando la opción de operarte de la vista te recomendamos no tomar una decisión de forma precipitada o influida por reclamos publicitarios. Es imprescindible tomar esta decisión junto a tu oftalmólogo de confianza que tras realizar un estudio previo, en función del número de dioptrías a corregir y de otros factores, te recomendará cuál es la mejor opción en tu caso particular.
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