El astigmatismo es un problema de visión muy común. En España, se estima que aproximadamente el 60% la población padece de astigmatismo, por lo que supone el tercer problema visual más frecuente por detrás de la miopía y de la vista cansada.
El astigmatismo puede aparecer solo (astigmatismo simple) o asociado a otros defectos refractivos como la miopía (astigmatismo miópico) o hipermetropía (astigmatismo hipermetrópico), lo cual ocurre de forma frecuente.
¿Qué es el astigmatismo?
El astigmatismo se produce generalmente por un defecto en la curvatura de la cornea o en la forma del cristalino del ojo. En el caso del astigmatismo corneal, que es el más frecuente, es la córnea la que presenta una forma irregular. Sin embargo, también puede ocurrir que sea el cristalino el que esté deformado, tratándose en este caso de un astigmatismo lenticular.
En cualquiera de los casos, este defecto refractivo impide el enfoque nítido de los objetos a cualquier distancia, afectando por lo tanto a la visión de lejos y de cerca.
¿Cómo se detecta el astigmatismo?
En el caso de los adultos, si el grado de astigmatismo es considerable, puede producirse:
- Visión borrosa o distorsionada a cualquier distancia.
- Fatiga visual a causa de forzar la vista.
- Dolores de cabeza.
- Necesidad de entrecerrar los ojos para enfocar mejor.
Ante cualquiera de los síntomas, lo mejor es acudir al oftalmólogo para una revisión. El astigmatismo, al igual que otros problemas refractivos, pueden resultar muy molestos e incluso peligrosos en determinadas circunstancias como por ejemplo, al conducir.
En el caso de los niños, se hacen más necesarias aun las revisiones periódicas en la Clínica Oftalmológica. En los niños, el astigmatismo, al igual que otros problemas refractivos pueden pasar desapercibidos, ya que es posible que ellos no se den cuenta de que tienen un problema visual. Especialmente cuando el defecto refractivo está presente desde edades tempranas; pueden pensar que es así como se ve “normal” y no se quejen de visión borrosa o distorsionada. Sin embargo, si los defectos refractivos no se corrigen puede afectar al proceso de aprendizaje durante el desarrollo del niño y a su rendimiento escolar.
¿Cómo se trata el astigmatismo?
El astigmatismo no se puede prevenir, pero sí se puede corregir fácilmente mediante gafas, lentes de contacto y cirugía. Existen distintas técnicas quirúrgicas para corregir el astigmatismo: cirugía refractiva laser (Lasik, PRK/Lasec, etc.), implante de lente intraocular, etc.
Según cada caso particular, será el oftalmólogo, una vez valorada la situación, el que recomendará qué tipo de cirugía es la más adecuada para corregir el astigmatismo. Además, en el caso de que haya otros defectos refractivos como miopía, hipermetropía o presbicia, también se pueden corregir al mismo tiempo que el astigmatismo.
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