El cuidado de nuestros ojos y nuestra vista debe ser algo primordial y debemos estar muy atentos a los posibles síntomas que puedan dar la voz de alarma de patologías o problemas que afecten a la visión. El uso de gafas de vista adaptadas a cada circunstancia suele ser el procedimiento más habitual para dar solución a cada caso.
En Oftalmocor llevamos años trabajando en la prevención, detección, cuidado y seguimiento de las diferentes enfermedades en la visión en base a un pormenorizado estudio de cada caso y cada paciente con el objetivo de proceder de la forma más apropiada y conveniente ante sus problemas oculares.
Cómo saber si mis problemas de visión requieren el uso de gafas de vista.
Esa respuesta sólo puede venir dada por los médicos especialistas que determinarán la patología exacta y el grado de la misma. En un elevadísimo número de situaciones, usar gafas de vista suele ser una solución rápida, cómoda y efectiva a nuestros problemas.
Algunas claves están en síntomas como:
- Visión borrosa de cerca o de lejos.
- Dolores de cabeza.
- Mareos.
- Mejor o peor visión en un ojo u otro, etc
En otras ocasiones, las complicaciones precisan otras actuaciones que en algunos casos llegan a suponer el uso incluso de intervenciones quirúrgicas de diferente índole y proceder.
Sin embargo, algunas patologías bastante comunes entre la población desde los niños hasta los ancianos, responden al uso de gafas de vista para dar salida a las mismas.
- Astigmatismo: que provoca una imagen «desenfocada» de lo que vemos, dificultando tanto la visión de cerca como la de lejos.
- Hipermetropía: bastante común en edades muy tempranas, esta enfermedad ocular impide que el enfoque se centre debidamente en la retina. Especialmente evidente y complicada en situaciones de falta de luz como la conducción nocturna.
- Miopía: La diferencia entre la visión cercana y la lejana es evidente, acentuándose el problema en la segunda. En el caso de los niños, hay que revisar muy periódicamente pues el aumento de dioptrías puede ser sumamente acelerado, tendiendo a estabilizarse cuando se alcanza la mayoría de edad.
- Presbicia o vista cansada: el cristalino se hace más rígido y menos flexible a partir de una determinada edad cercana a los 40 o 45 años y se acentúa a medida que envejecemos. Ello nos conduce a una pérdida progresiva de visión, dificultades de enfoque y necesidad de alejarnos un texto para leerlo con claridad.
Estas y otras patologías tienen remedio mediante el uso de gafas de vista y en ocasiones de lentes de contacto en función del tipo y el grado de afectación ocular.
En Oftalmocor realizamos diagnósticos previos para determinar el tipo de lentes, la frecuencia de uso y las necesidades de cambio y adaptación de los cristales según vaya siendo procedente.
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