Las mascarillas son una medida de protección esencial para evitar la propagación de la COVID-19. Sin embargo, el uso prolongado de las mismas durante muchas horas seguidas puede ocasionar la aparición de distintos problemas oculares. En nuestra Clínica Oftalmológica cada vez nos encontramos con más casos de pacientes que nos consultan sobre síntomas relacionados con:
- Sequedad ocular.
- Irritación en los ojos.
- Visión borrosa, especialmente al intentar fijar la vista para leer.
Síndrome de la mascarilla, cómo afecta a nuestros ojos
Durante la pandemia los profesionales dedicados al cuidado de la salud visual hemos apreciado un aumento de patologías oculares, en algunos casos relacionadas con el uso de mascarillas.
Cuando utilizamos mascarilla y esta no está bien ajustada sobre el puente de la nariz se produce una exhalación del aire por la parte superior de la misma. Esto hace que la lágrima se evapore más rápidamente de lo normal reduciendo la lubricación de la superficie ocular. Es decir, que el uso continuado de la mascarilla afecta a la estabilidad de la lágrima y, por tanto, a su función protectora.
Una de las principales afecciones asociadas al uso prolongado de mascarilla es el síndrome de ojo seco. Los casos de sequedad ocular han aumentado tanto en pacientes que ya padecían este problema y han visto que durante la pandemia por COVID-19 su situación ha empeorado como en personas que nunca habían mostrado anteriormente este problema.
¿Cuáles son los síntomas de la sequedad ocular?
Entre los síntomas más frecuentes del síndrome del ojo seco se encuentran:
- Sequedad ocular.
- Irritación y enrojecimiento.
- Lagrimeo.
- Sensación de arenilla o cuerpo extraño en el ojo.
- Escozor o picor.
- Fatiga ocular.
- Visión borrosa.
A pesar de los efectos que puede ocasionar el uso de mascarillas su uso es inevitable, especialmente en espacios cerrados con poca ventilación, y en exteriores cuando no es posible mantener la distancia de seguridad.
¿Qué podemos hacer para evitar el ojo rojo?
Una de las medidas más importantes para evitar la sequedad ocular asociada al uso de la mascarilla es ajustarla bien al puente de la nariz para evitar el flujo de aire hacia arriba y evitar la sequedad de los ojos. El uso de lágrimas artificiales también es muy recomendable para mantener la hidratación del ojo. Las más recomendables son las que contienen ácido hialurónico y no llevan conservantes.
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